La dosificación de correctores dentro de una fábrica de piensos suele ser una de las partes mas complejas por su gran cantidad de detalles que deben atenderse tanto en diseño como en fabricación. En esta mini instalación dentro de la gran fábrica exige atención tanto el formato de los silos, el diseño de los cajetines de descarga, las espirales utilizadas en los sinfines, las revoluciones de los reductores y por supuesto, los materiales utilizados en el conjunto.
Los correctores son elementos de gran valor económico que deben dosificarse de forma exacta dentro de la fórmula del pienso y que además se introducen en rangos de pesos muy diferentes, lo cual dificulta todavía más el diseño. Una mala dosificación de los correctores supondrá un producto final indeseado, con todo lo que eso supone en la nutrición animal, además de unos costes de producción excesivos.
Además hay que tener en cuenta que los correctores tienen habitualmente una mínima granulometría y que la propia humedad ambiente puede generar apelmazamientos y atascos. Por eso podemos afirmar que el diseño y fabricación de este conjunto exige una atención especial.
La electrónica de control ha facilitado enormemente el diseño de una dosificación de correctores ya que la precisión de giro en los motores de los sinfines permite asegurar mejor el peso deseado. Pero la realidad es que la exactitud de la fórmula se logra cuando el producto avanza con continuidad en el silo, en su cono, en el cajetín de adaptación y en el propio sinfín, sin generarse discontinuidades de flujo que tanto dificultan el logro de la precisión de la fórmula.
Una vez mas dentro de nuestras instalaciones, el diseño, la fabricación, la electrónica, la mecánica y la experiencia deben coordinarse para lograr un resultado satisfactorio.